Chilpancingo, Gro., (Mayo 19, 2019).- Para el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, los videos de niños y mujeres que amagan con formar parte de policías comunitarias para defenderse de los grupos armados en Chilapa, fueron motivo de vergüenza nacional.En entrevista en Chilpancingo, Rangel Mendoza indicó que esto es un llamado de las comunidades indígenas ante el olvido del que han sido objeto de los tres niveles de gobierno.Reprochó que el gobierno del estado haya acudido a atender a estos grupos solo cuando se difundieron los videos.”Falta voluntad política para arreglar esos asuntos, es una vergüenza nacional y es cuando las autoridades quieren apagar el fuego pero falta más sensibilidad para los pueblos”, afirmó.Consideró que las miradas se fijaron ahí por los videos, pero pidió que suban la mirada un poco más a La Montaña o la Sierra donde la gente desde el 11 de noviembre no puede regresar a sus casas.Enfatizó que no se trata de conflictos entre grupos criminales sino de un histórico conflicto por el límite de tierras y hay quienes buscan sacar ventaja de la situación.Agregó que estos problemas surgen por el vacío de poder de parte del gobierno estatal.“Hay un movimiento social pero lleva cola, todo eso valdría la pena que nos apegáramos a lo que es la verdad, yo sé que andan defendiendo derechos humanos pero no es un asunto tanto de derechos humanos, son intereses de algunos grupos, lo que ahí se está peleando es la tierra”.Desde su punto de vista, el gobierno estatal no actúa porque tiene miedo, ya que puede tener costos políticos como lo que sucedió en Aguas Blancas y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que derivó en la dimisión de dos gobernadores.Por último, sostuvo que Guerrero está en manos de narcotraficantes y de policías comunitarias a causa de la ausencia de la autoridad, el estado que es el gran responsable que haya orden y disciplina en la entidad.
