La voz de Zihuatanejo

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CAFÉ POLÍTICO

Rafael Lobato CastroA diferencia de ciudades hermanas del estado de Guerrero como Ciudad Altamirano con su calor seco, en el puerto de Zihuatanejo -aun con la ligera lluvia en la madrugada del pasado jueves 25-, el calor era sofocado de manera intermitente con rachas de la brisa marina. Don Casimiro y Don Sebastián, el par de ancianos pioneros de la otrora aldea de pescadores, ya se encontraban instalados en la mesa reservada por tiempo indefinido. La mesera llegó con las dos grandes tazas del delicioso, aromático, humeante café guerrerense que soltaba un ligero aroma a canela. En el aparato de sonido del café iniciaba la canción que todo sanca debe conocer: ‘Zihuatanejo’, compuesta por el trovador petatleco Ezequiel ‘Cheque’ Cisneros e interpretada por Los Dandy’s con ese muy conocido requinto al inicio: “Ven a gozar esta noche/ de luna y de bruma/ en Zihuatanejo./ Oye mi triste cantar/ es la queja del mar/ de Zihuatanejo./ Ven que me falta calor/ voy a darte mi amor/ y a entregarte mis penas./ Ven que cansado de amar/ tengo llanto de mar/ y tragedia de arena”. -Don Sebas -abrió la conversación Don Casi después de beber un sorbo del brebaje negro-, podemos escuchar por la noche en la playa Principal una y mil veces la canción de ‘Cheque’ Cisneros dedicada a nuestro puerto y jamás nos cansaremos de hacerlo porque la melodía sirve de intermediaria para conectarnos con miles de recuerdos de personas, de cosas, de sucesos.-En efecto Don Casi -respondió sonriendo Don Sebas y levantando su taza de café-, la canción que iniciaba y cerraba las transmisiones de la estación de radio de Don Mario Morales.-Y ya que habla de estaciones de radio y su relación con el periodismo Don Sebas permita comentar sobre la muerte del periodista Javier Valdez. Y es que México ya está considerado como el segundo país donde mueren más periodistas. En los tiempos actuales esto no debería ocurrir en ninguna parte del mundo. Un país que asesina a sus periodistas está suicidándose. Todavía hay grupos que piensan que asesinando a las personas se asesina a las ideas, a los ideales de justicia social. Bien lo dice Paco Ignacio Taibo II en su novela ‘Olga Forever’: “El periodismo es la última pinche barrera que nos impide caer en la barbarie. Sin periodismo, sin circulación de información, todos levantaríamos la mano cuando el Big Brother lo dijera. Es la voz de los mudos y el oído extra que Dios le dio a los sordos. Es el único pinche oficio que aún vale la pena en la segunda mitad del siglo XX. Es el equivalente moderno de la piratería ética, el aliento de las rebeliones de los esclavos…”-Lo interrumpo Don Casi para comentar que a veces por su cercanía al poder al realizar su trabajo, los periodistas se olvidan que su deber es proteger los intereses de los de abajo y no respaldar las acciones de los de arriba, normalmente contrarias al bienestar de los jodidos.-Se dan casos Don Sebas, se dan casos. Pero pasemos a cosas interesantes y divertidas del periodismo de antaño de nuestro querido puerto de Zihuatanejo. Pocas personas saben, incluso sancas de mediana edad, que Don Jorge Allec Galeana, el político que estuvo 10 años como presidente municipal (dos trienios y un cuatrienio) editó su propio periódico ‘La Palabra’ en los años setenta del siglo pasado, con oficinas frente a la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe. Un dato muy curioso porque un político tiene intereses muy diferentes a buscar la verdad en una crónica o un reportaje. El dato divertido lo proporcionó el buen amigo Don Lucio Hernández Muñiz que tuvo su periódico ‘Tornado Informativo’ y era un maestro del micrófono. Se le conocía como el ‘locutor de la voz aterciopelada’. Él mismo me platicó que una dama se enamoró de su voz y un día lo quiso conocer en persona. Don Lucio cuenta que cuando la señora lo conoció pegó un alarido y prefirió seguir simplemente admirando su voz.-Juar, juar, juar. Don Jorge el político y Don Lucio el periodista ya se nos adelantaron a la otra vida pero hay muchas anécdotas de ambos. Recuerdo una del buen Lucio Hernández que cuando se habló de una colonia del periodista y el acercamiento con una empresa que construiría las casas, Don Lucio se refirió a un periodista de pocos hábitos higiénicos que su casa no tendría cochera, sino cuchera.Los viejitos soltaron la carcajada mientras la mesera dejó un plato con galletas de avena y nuez.-¿Y sobre los asuntos locales Don Sebas, alguna novedad?-Sí Don Casi, hace pocos días se realizó la Quinta Feria del Libro Guerrerense en el Jardín Municipal de nuestro querido puerto…-También estuve por ahí Don Sebas y me dio gusto ver a muchos estudiantes entre los puestos de libros y escuchando a los escritores en sus diferentes charlas. Compré algunos libritos como ‘Piratas de América’, ‘Las dos muertes de Juan R. Escudero’, ‘Acapulco en su tinta II’, y ‘Vida y obra de Juan Ruiz de Alarcón’. Y el día de la clausura estuve en la charla del escritor Francisco Haghenbeck, que habló de la novela negra y la violencia. De él tengo novelas como ‘El código nazi’, ‘Aliento a muerte’, ‘El diablo me obligó’, el cuento infantil ‘Santa contra los vampiros y los hombres lobo’, y ‘La primavera del mal’, una novela histórica que no cuesta más de cien pesos, donde habla del tema del narcotráfico, un asunto que ya es viejo en el país y que inició con los chinos en Tijuana y el consumo de opio a principios del siglo XX. La novela menciona a cacasgrandes involucrados en el negocio como Abelardo L. Rodríguez y Maximino Ávila Camacho.-La nota mala la dio el Ciudadano Errante y Errado pues al venir el secretario de Cultura del estado de Guerrero a hacer la presentación de la feria en una conferencia de prensa, el Ciudadano en una foto ya clásica estaba leyendo textos en su celular.-No sea malaleche Don Sebas, tal vez el Ciudadano estaba aprendiendo a leer… cosas diferentes a los libros de Derecho.-Pudo apagar su celular o pasarlo a sus achichincles para que tomaran nota de los mensajes.-Estoy de acuerdo con usted Don Sebas que él debió estar más atento a las palabras del secretario, que debe tener a la mano datos como el presupuesto de cultura municipal; de preocuparse por desarrollar actividades de cultura y deporte que alejan a los jóvenes de meterse a actividades ilegales. Aunque me interesa aclararle a usted que es importante no hablar de una cultura elitista, esa que hace creer a muchos ‘leídos y escribidos’ o ‘cultos’ que son superiores al resto de los ciudadanos. Una supuesta cultura para tomar poses de distinción, de símbolo de status. Es clásico entre los intelectuales mencionar la frase: “Cuando escucho la palabra cultura desenfundo mi pistola”, atribuida a uno de los líderes nazis, Goebbels, Goering, Himmler o el mismo Hitler, tratando de mostrar que el nazismo, un tipo de fascismo, era todo lo contrario a los temas culturales. Nada más alejado de la verdad. Los líderes nazis eran personas muy cultas -se comenta que cremaban a los judíos mientras escuchaban las óperas de Wagner-, y de hecho decomisaron todas las obras artísticas que tenían los judíos en sus casas. Así que hay gente bárbara, salvaje, que tiene mucha cultura. Una cultura que no los hace libres. Así como hay tecnócratas con doctorados en economía -unas verdaderas lumbreras-, que no tienen el chip de conciencia social, que les vale madres el bienestar de la gente jodida; para ellos el progreso económico es solamente el que tienen las empresas esclavizadoras del país. Tal vez la choteada frase se puede cambiar por una que apareció en un grafiti del metro londinense: “Cuando escucho la palabra revólver, desenfundo mi cultura”.-Quiero finalizar sobre lo que hemos estado platicando con un comentario filosófico que me dijo el compadre Torcuato al venir al café. Como siempre, estaba en el corredor de su casa en su mecedora fumando tranquilamente su puro. Al preguntarle sobre el tema de la violencia en el estado de Guerrero y su relación con las drogas, guardó silencio un buen rato, masticando mentalmente la respuesta. Al final me dijo: “Hay una pregunta que me intriga, cómo es que en Estados Unidos, el último eslabón de la cadena, donde se encuentran los consumidores finales de la mercancía y, por tanto, donde el precio es mucho mayor, no existen esas matanzas entre grupos rivales como en nuestro sufrido país. Yo puedo aceptar que los gringos nos chinguen económicamente con el tema del atún dizque protegiendo a los delfines, con el tema del azúcar o con el tema del aguacate, lo que no puedo aceptar es que nos chinguen con la muerte de vidas humanas mexicas inocentes con una mercancía que al final consumen ellos. Y todo esto con el silencio del gobierno federal”. Y el compadre Torcuato ya no dijo más.En ese momento la mesera llegó con la segunda ronda del sabroso café.

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