Enrique Guevara AyvarZihuatanejo, Gro., (Diciembre 11, 2017).- Andrea García Chávez, bióloga de la UNAM e investigadora de ballenas, quien trabaja en el proyecto de avistamiento de cetáceos desde 2014, dijo que son de los primeros trabajos que se realizan en el área, porque en las costas del Pacífico Sur no se sabe nada acerca de la presencia de ballenas y las especies que acá llegan, aunque la jorobada es la que tiene estancias migratorias estacionales y pasan por estas costas en temporada invernal de noviembre a marzo.Declaró la entrevistada que el proyecto de investigación inicia con la presencia de una extranjera quien avistó ballenas en las costas de Zihuatanejo y se llega a la conclusión de que es factible el proyecto de avistamiento de ballenas en embarcaciones con personal capacitado.Dijo García Chávez que afortunadamente el puerto de Zihuatanejo es un lugar turístico con la materia prima que son los turistas, porque las ballenas ya las tenemos.Lo importante será saber manejar ambas potencialidades y dejando mucha derrama económica; las empresas de avistamiento de ballenas han crecido mucho en las últimas décadas con tours que se cobran caros y los visitantes los pagan.Los viajes de avistamiento dejan mucho más que recursos porque además genera enseñanzas y experiencias de información que pueden ser aprovechadas, ofreciendo buenos servicios como carta de presentación, porque además estos visitantes dejan gastos relacionados con la misma actividad como hoteles y restaurantes, además de los recuerdos que se adquieren.Cuestionada acerca de la capacitación que se le tiene que dar a los que atiendan estos paseos, dijo que es fundamental porque las ballenas son impredecibles e impactantes cuando las tienes avistadas, sobre todo la ballena jorobada que tiene conductas muy activas cuando vienen a reproducirse ya que se comportan como animal en celo siguiendo a la hembra.Apuntó que esta actitud las hace ser alegres, saltando en la cara del agua con cantos y aletazos con la cola, teniendo identificadas bajo patrones de coloración en aletas dorsales a la fecha 275 cetáceos en la franja del estado de Guerrero.Después de varias salidas al océano frente a la Costa Grande tenemos registradas más de 615 ballenas, de las cuales se tienen fotos de las que viajan al norte del Pacífico, donde se alimentan ya en Canadá y San Francisco regresando a las aguas nacionales en invierno.Algo que llama la atención de la entrevista es que la bióloga García Chávez aseguró que la ballena ya no está en peligro de extinción, aunque sí en alerta, tomando en cuenta que lo que amenaza a esta especie es la caza y las redes que las ponen al borde de la muerte, porque son mamíferos y tienen que respirar, lo que no hacen cuando están enmalladas.Finalmente dijo que para llevar turistas al avistamiento de ballenas se capacita gente de Barra de Potosí, Zihuatanejo y otros puntos de la costa para que sepan acercar sus embarcaciones a las ballenas y brindar al público la información correcta de la vida de la especie.
