Enrique Guevara AyvarZihuatanejo, Gro., (Julio 2, 2017).- Con la condición de no permanecer estacionados en algún lugar de la zona, los autobuses con turismo social a bordo pueden circular del Centro de Zihuatanejo a playa La Ropa, dejando a los ocupantes para regresar enseguida al paradero en el Centro de la ciudad.Al respecto, el presidente municipal Gustavo García Bello dijo en entrevista que la autorización de entrada de los autobuses no es porque así lo diga el cabildo, es -afirmó- porque hay una disposición muy expresa en el artículo 107 bis que prohíbe el estacionamiento de autobuses en las vialidades turísticas.Dijo el entrevistado que en sesión de cabildo se acordó que estos autobuses pueden ingresar a playa La Ropa y hacer ascenso y descenso en un sitio señalado frente al hotel Las Palmas de la misma colonia habilitado como paradero.Subrayó García Bello que todos los autobuses que así lo deseen podrán entrar al paradero de playa La Ropa y dejar a los pasajeros para enseguida regresar a su base en horario permanente, lo que quiere decir que no tienen horarios establecidos para ir y regresar.Entrevistado durante una gira de trabajo por la comunidad de El Zarco, donde dio banderazo de arranque a varias obras del sector salud y de vialidades, García Bello añadió al tema de los autobuses que estos podrán entrar y salir de la zona de La Ropa a cualquier hora, a fin de que los visitantes puedan disfrutar la playa el tiempo que ellos lo deseen.El presidente municipal Gustavo García acepta que entre los integrantes del cabildo se dieron propuestas para realizar una consulta ciudadana, para definir el punto pero afortunadamente -agregó- se dio el acuerdo favorable para que los autobuses circulen pero sin permanecer en el lugar más tiempo.Cuestionado acerca de si es turismo pobre o no el que va a La Ropa en estas unidades, García Bello aseguró que este nunca fue el tema y lo que surgió fue por una mala información que tergiversó la realidad, por grupos que pedían que los autotransportes entren y no se estacionen y otros que pedían lo contrario, que definitivamente no entraran a La Ropa.
