Enrique Guevara AyvarZihuatanejo, Gro., (Febrero 27, 2017).- A casi tres años de que los fenómenos naturales Manuel e Ingrid causaran severos daños en la infraestructura carretera y en múltiples viviendas de la Costa Grande, a la fecha muchas familias damnificadas no han tenido ningún tipo de respuesta y las condiciones en que viven son verdaderamente críticas, aseguró Homero Bravo Espino, coordinador de Obras Públicas del municipio de Zihuatanejo.Dijo en entrevista con reporteros locales que un gran número de familias aún viven a la intemperie, “porque la gente que vino a supervisar y enlistar afectados les hicieron creer que los ayudarían a reconstruir sus casas, y lo poco que tenían en pie lo destruyeron quedando prácticamente sin nada”.Los afectados aparte de molestia por la falta de respuesta a sus necesidades de ayuda, siguen en condiciones de abandono en vísperas de la próxima temporada de lluvias, “y viviendo arrimados con parientes o amigos, porque no les han enviado el apoyo anunciado por el gobierno federal”.Entre las comunidades dañadas en sus estructuras están: Arroyo Seco, Rabo de Iguana, Real de Guadalupe, El Toro, Las Pozas, La Chole y Pantla entre otras rancherías, precisó el entrevistado.En algunas de estas rancherías los técnicos únicamente construyeron el piso y la estructura para colar, pero ni pueden ocupar el lote en cuestión ni pueden habitarlo por estar la obra inconclusa.Algunas de las excusas que pusieron en la mesa los constructores fue que jamás les garantizaron seguridad a los grupos de trabajo, respondiendo Bravo Espino que las autoridades correspondientes jamás recibieron alguna queja al respecto y siempre se les ofreció apoyo.El entrevistado subrayó que lo único que saben las familias que perdieron su patrimonio en la Sierra a causa de los fenómenos naturales, es que SEDATU no ha liberado los recursos para continuar con los trabajos de reconstrucción de viviendas afectadas por Manuel e Ingrid.
