La voz de Zihuatanejo

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DIP. BLANCO DEAQUINO:

Eduardo Morán C.Les comparto un resumen de un email que recibí:“En días pasados asistí como nuevo funcionario del gobierno del Estado, y beneficiario del servicio médico del ISSSTE en el municipio de Zihuatanejo de Azueta, a tramitar mi carnet y los de mis hijos.Después de haber reunido todos y cada uno de los requisitos que señala el papel pegado en una pared de ese inmueble, el funcionario que me atendió me informó que el trámite tardaría unos 30 días, pues la inscripción se realiza en Tecpan de Galeana. Esto me pareció excesivo pues esa población está a menos de 150 kilómetros del hospital, sin embargo como no tenía prisa y sobre todo porque no tenía enfermo, me reservé mis comentarios.Regresé 35 días después de entregar todos los datos, pero desafortunadamente y para mi sorpresa me informaron que todavía no estaban listos mis carnets, por lo que me pidieron que regresara al día siguiente. Debo decir que por fortuna tengo automóvil, pues el hospital del ISSSTE se encuentra ubicado en las afueras de Zihuatanejo lo que hace difícil acceder a éste, así que pedí un número telefónico para llamar y no tener que trasladarme hasta el hospital nuevamente en vano, a lo que me informaron: “sí tenemos un número de teléfono pero nunca contestan, por lo que no tiene sentido que se lo dé, pero si quiere se lo doy” y me lo dio. Al día siguiente llamé para preguntar sobre mis carnets, solo para darme cuenta que efectivamente el número de teléfono del hospital o no sirve o no lo contestan, que para fines prácticos es lo mismo. Finalmente 50 días de iniciado el trámite recibí mis carnets, algo que me hizo pensar que tendría acceso a un servicio médico y medicamentos de mediana calidad, pues debo decir que nunca esperé recibir un servicio de excelencia.Pero lo peor llegó el día que tuve que usar por primera vez el servicio médico. Lleve a mi hija que presentaba un malestar estomacal y fiebre. Nos presentamos en la recepción y nos informaron que el doctor no estaba pero que no tardaba en llegar, lo que ocurrió unos 40 minutos después. Esperamos nuestro turno y finalmente entramos al consultorio, pero ahí la cosa tomó tintes escalofriantes: Nos recibió un hombre de avanzada edad, despeinado y canoso, con una camisa de manga corta mal abotonada y sucia, sin bata, sus manos tenían manchas de comida del tipo que quedan cuando comes enchiladas rojas con las manos, pero además con la uñas largas y con mugre. Por si fuera poco, el consultorio con basura en el piso, su escritorio con papeles regados, en pocas palabras ese que se dice doctor, es el doctor con peor aseo personal y peor vestido que he conocido en mi vida, y déjenme decirle que he conocido a muchísimos doctores, de hospitales generales, centros de salud, casas de salud, dispensarios, etc., pero como este doctor ninguno. Además en el piso de su consultorio había abate-lengua tirados fuera del cesto de basura, cajas con utensilios médicos mal abiertas y mal acomodadas. Mi reacción fue de alarma sin embargo decidí esperar para ver cómo trataba a la paciente. A mi hija le dijo que se pasara a la camilla y que sacara la lengua, tomó un abate-lenguas de un montón que tenía sueltos en un cajón que abrió y pretendió meterlo en la boca de mi hija, hecho que yo impedí haciéndole saber que sus manos estaban sucias y que sus utensilios médicos también. Después el doctor le pidió que se recostara para ver los síntomas del estómago, haciendo una auscultación en la barriga de la niña de tacto únicamente, sin ponerse el estetoscopio o intentar algo más por conocer los síntomas de una paciente que por primera vez veía.En resumen la consulta fue un asco total, yo me reservé en la medida de lo posible mis comentarios, sin embargo le hice notar al doctor que su vestimenta y su falta de aseo personal manifestaba muy poco profesionalismo. Él me entregó una receta médica para surtirla y la consulta terminó. Muy decepcionado y cabizbajo salí de la consulta y pasé al área donde surten los medicamentos, ahí pude desahogarme un poco con el encargado, quien me informó que el nombre del doctor que había atendido a mi hija era Chavarría o Cheverría, y que él era el director del hospital, hecho que me dejó pasmado. Agradecí la medicina que pudieron proporcionarme ya que 2 de 3 no las tuvieron.Saliendo de allí fui a ver a la pediatra de mi hija, teniendo que guardar el antibiótico que el doctor del ISSSTE le había prescrito a la niña, ya que sus síntomas no correspondían al tratamiento que prescribió además que el antibiótico recetado era demasiado agresivo dada la edad de mi hija.Le escribo esto ya que desde esa fecha prometí hacerle llegar la queja a los funcionarios superiores, de fiscalización o auditoría, para que supervisen la actuación del director del hospital del ISSSTE y del personal a su cargo, así como de los medicamentos que allí se tienen.Esta carta va también en nombre de muchos que no pueden manifestar sus inconformidades o no saben cómo hacerlas llegar a quienes corresponde atenderlas. Ojalá corrijan esto a la brevedad posible México, Guerrero y Zihuatanejo de Azueta no pude seguir teniendo este tipo de empleados de gobierno, mismos que brindan un pésimo servicio a la ciudadanía, máxime cuando se trata de problemas de salud”.¿Cómo la ve Dip. Blanco Deaquino, se anima?Es todo

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