La voz de Zihuatanejo

Opinion

CUANDO LA SOLUCIÓN ES EL PROBLEMA (II)

Eduardo Morán C.Si bien la forma en que integramos nuestros ayuntamientos es la madre de nuestros problemas, los asentamientos irregulares son el padre de ellos, pues, por un lado, ocasionaron que el destino perdiera el principal atractivo que tenía para el gran turismo, y por otro, demandan servicios que, por no haber sido contemplados en el proyecto original del desarrollo, hoy resulta muy complicado y caro satisfacerlos. Puedo afirmar sin temor a equivocarme, que más del 50% de los asentamientos actuales no figuraban en el proyecto urbano original de Zihuatanejo.No obstante la dimensión y el tiempo que nos tomó generar el caos urbano que tenemos, llevamos décadas replicando precisamente las soluciones que los permitieron, esperando de manera grotesca que haciendo lo mismo obtengamos resultados distintos. Las maravillosas soluciones a que me refiero son por una parte FIBAZI, y por la otra el Plan Maestro de Desarrollo Urbano, medidas que evidentemente no solo no detuvieron las invasiones, si no que las fomentaron.Veamos primero el caso de FIBAZI: El organismo fue creado con el objeto de regularizar la tenencia de la tierra en la cabecera municipal, sin embargo, hace 30 años que FIBAZI no tiene un metro cuadrado donde crear lotes de interés social y le quedan algunos otros de vocación residencial que no requieren regularizarse si no venderse, por lo que a partir de entonces, su función se concretó a legalizar delitos mediante el mecanismo invasión-regularización como su norma de operación y vender grandes lotes en breña para desarrollos turísticos. Cabe señalar que las invasiones ocurrieron de forma paulatina, así que tiempo para contenerlas tuvimos de sobra, solo que a finales de los 80’s, el fideicomiso pasó de federal a estatal, y a partir de entonces su función cambió, pues pasó de administrar su patrimonio a ser trampolín político, basta ver la cantidad de directores del FIBAZI que después fueron candidatos a la presidencia para confirmar esto. No vayamos lejos, el actual candidato del PRI fue el anterior director del fideicomiso, y el actual, que fue precandidato del PRD, desde ahora se perfila y trabajará para ser uno de los siguientes precandidatos del PRI.Estuve presente cuando Eric Fernández Gómez ex director de asentamientos humanos del fideicomiso, ya en calidad de precandidato del PRI manifestó en la colonia Agua de Correa: “Ya invadimos y de ser necesario lo volveremos a hacer”. Días después Eric fue electo presidente municipal. De ese tamaño es nuestra solución.Hasta cuándo liquidaremos un fideicomiso que no solamente ya no tiene terrenos que regularizar, si no que, al ser trampolín político, fomenta o solapa las invasiones, y, por si fuera poco, ni siquiera cubre su gasto corriente teniendo una cartera vencida monumental, la cual seguirá creciendo porque que quien debiera recuperarla, mañana estará buscando el voto de los deudores. ¿Si lo que se requiere es una simple oficina de ventas, para qué mantenemos un elefante gris cuyo director se chuta 70 mil pesos al mes y cuyos resultados son verdaderamente patéticos?La otra solución que tenemos a los asentamientos humanos irregulares es formidable, algo que pomposamente llamamos “Plan Maestro de Desarrollo Urbano”, el cual ha resultado más inútil que el voto, y eso es mucho decir, pero así es. Baste mencionar que si comparamos el plan maestro original con el caos urbano que tenemos hoy, nos daremos cuenta que más del 50% de las colonias existentes se asientan en área que eran reserva ecológica. No sé si hoy alguien sepa o recuerde que la cota 70 era el límite de crecimiento urbano, lo menciono porque ahora no sé si hay más viviendas arriba o debajo de ella.Contar con un plan de desarrollo urbano es una excelente idea, pero si el ayuntamiento que debe vigilar que se respete y sancionar a quien lo viole, construye sus oficinas violando las normas del plan que debe tutelar, entonces queda claro para todo mundo, que el susodicho plan sirve para 3 cosas. ¿Qué sentido tiene gastar tiempo, dinero y esfuerzo en elaborar, discutir y aprobar un plan que nadie va a respetar? ¿Hasta cuándo entenderemos que si queremos que Zihuatanejo vuelva a ser atractivo para el gran turismo, es indispensable detener totalmente las invasiones, dejando de lado actualizar un plan absoluta y comprobadamente inútil?Ya hablé de la madre y el padre de nuestros problemas, así que ahora me referiré a la hija consentida de éstos, la CAPAZ.Durante años el servicio de agua y drenaje que presta el organismo ha ido en picada, llegando el día de hoy a niveles deplorables, y a pesar de la aplastante evidencia de que cambiar a su director no resuelve el problema, insistimos en hacerlo, lo cual no solo no ha mejorado el servicio que presta, si no que además, hoy el organismo se encuentra en la ruina económica.En este caso la solución tiene un elemento que la hace peor a la utilizada para integrar nuestros ayuntamientos, pues los directores del organismo, a diferencia de los regidores, pueden ser removidos en cualquier momento y a gusto y conveniencia del presidente municipal, no importa la calidad del servicio que preste el organismo, si el director cumple las necedades y necesidades del presidente en turno se queda, y si no se va. Solo esto se puede concluir porque el año pasado, el gasto corriente del organismo fue del 98.4%, mientras miles de ciudadanos se quejaron y quejan de no recibir agua; y de que ahora, ni siquiera puede pagar su nómina a tiempo. Ante pifias tan evidentes y graves ¿Por qué sus administradores siguen tan campantes como si nada de esto ocurriera?Un hecho que lleva a niveles ridículos nuestra solución, es que el consejo de administración de la CAPAZ, máxima autoridad del organismo, lo preside nada menos que el mismo que designa a su director, y, de los 8 consejeros, 3 son regidores y los 5 restantes directores de área del ayuntamiento. Es decir, la chamba y sueldo de quienes deben vigilar y corregir las fallas del organismo, dependen de la persona que mangonea en la CAPAZ. Bonita tarugada ¿No cree?Así las cosas, cuando menos a mí me queda perfectamente claro, por qué nuestras soluciones son el origen de nuestros problemas.Es todo

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