Zihuatanejo, Gro., (Diciembre 12, 2016).- Entrevistada sobre el incremento a la tarifa del transporte público la líder de colonia, Maidé Sánchez Albarrán, declaró que aunque “aún no nos ha caído el 20 de la subida del pasaje”, un día antes se enteró que una vecina fue por sus niños a la escuela, “se juntaron entre varios y se pagaron un taxi, y ya que llegaron, les estaban cobrando 40 pesos por subirlos a la Ampliación 24 de Abril”.La verdad, como a todos, nos va a pegar, refirió, más a los que andamos corriendo de un lado a otro, y se nos hace difícil agarrar la combi. Adelantó que derivado del alza a los taxis, las combis, que son la alternativa más económica, se van a saturar más, y más las de las rutas de partes altas, por lo que corren el riesgo de hasta irse para atrás, porque se trata de calles muy altas.Veo complicado en la bolsa, indicó, la mayoría de mi gente no tiene un salario, no son empleados, sino vendedores de pescado, mandarinas y jícama. Otros son paleteros. También hay albañiles y peones sin trabajo, así como mujeres camaristas con salario mínimo.Por ello, consideró que el aumento al pasaje pegará hasta en un 80 por ciento: “todo está subiendo, el alimento no se diga, y con el pasaje nos pasan a traer. Los recibos de luz súper altísimos también, cuando las condiciones económicas de las personas que viven en colonias populares o en proceso de regularización, son muy bajas. “El problema viene de más allá. Los diputados, senadores, y el gobernador, que hagan un frente antes de autorizar las altas”, subrayó.Por separado la profesora de la secundaria José Martí, y parte de la CETEG, Lorena Gamboa de la Cruz, consideró que la subida del precio del pasaje “sobre todo le va a afectar a los alumnos, el precio de la gasolina está aumentando, pero vemos una desigualdad con el salario mínimo”.“Los que vienen de Barrio Viejo y otros lugares van a gastar más. Si los padres tienen varios hijos, el gasto se va a ir en puros pasajes, y no en la alimentación. Vamos de mal en peor”, opinó al tiempo de acotar que se trata de un “golpe muy duro para los alumnos y padres de familia. Como siempre los más perjudicados somos la ciudadanía. Tenemos alumnos de muy escasos recursos, para los cuales el pagar un pasaje implica quedarse hasta sin comer”.
