La voz de Zihuatanejo

Opinion

MÉDULA

DESMANTELA AMÍLCAR GP DE MORENA

Jesús Lépez Ochoa

Es un hecho la ruptura de Antonio Helguera Jiménez con Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros. El diputado a quien el delegado federal pretende remover de la coordinación del grupo parlamentario de MORENA y la presidencia del Congreso de Guerrero así lo evidenció con una serie de reuniones en las que advirtió que se debe “reeducar” a los que piensan que solo ellos pueden decidir en MORENA.

La primera de ellas el sábado con una adversaria política a la que el grupo político de Pablo Amílcar intentó infructuosamente bloquear el camino hacia la alcaldía de Acapulco, Adela Román Ocampo con quien estuvo en la casa del luchador social Eloy Cisneros Guillén.

La segunda fue el domingo con la militancia de Zihuatanejo, donde mostró músculo y envió varios mensajes para aclarar a su ahora ex jefe político que no se hizo rico con el dinero del Congreso, como lo han acusado sus allegados y que no está obsesionado con su puesto.

Reiteró además otra postura contraria a la cerrazón amilcariana, la apertura a externos como es el caso de Luis Walton Aburto, quien renunció a Movimiento Ciudadano con la intención de buscar la candidatura a gobernador por MORENA.

“Hay compañeros que han trabajado tanto que naturalmente creen que solo ellos tienen el mérito de decidir, hay que reeducarlos diciéndoles que nosotros somos libres”, dijo. Agregó que “en MORENA no tiene que haber puertas cerradas” y pidió recordar: “aquí ha habido espacio para externos, que entren, si están tocando la puerta que entren, que siembren y que cosechen el producto de su trabajo”.

Hablando de cosechas, dicen que cada quien obtiene lo que siembra. Se desconoce si la facción amilcariana sigue siendo la dominante al interior del grupo parlamentario de MORENA en el Congreso de Guerrero, el viernes pasado un desesperado Moisés Reyes Sandoval ya no podía reunir 12 firmas para destituir como coordinador a Helguera y eso que hablamos de la bancada mayoritaria integrada por 23 diputados.

Y no vaya a pensar que es porque ya no alcanzó a los legisladores en el estacionamiento, sino porque el pretendido cambio de coordinador quien a su vez preside la Junta de Coordinación Política, es presidente del Congreso vaya, es solo uno de varios conflictos de corriente que debilitan al grupo parlamentario en su conjunto, al grado que ya perdió la mayoría absoluta de la que disfrutó durante unos meses.

La facción amilcariana está a punto de perder más. El proyecto de su jefe político sustentado en el control simultáneo del Congreso y de la superdelegación federal, hace agua. El calendario está llegando a 2020 y los recursos de ambas posiciones no lo ha ayudado a subir en las encuestas rumbo a 2021.

De ahí que ha surgido cierto celo por cuidar que no haya fugas:

En los pasillos del Poder Legislativo se sabe que sus compañeros de equipo acusan a Helguera de opacidad en el manejo de los dineros, contrataciones indiscriminadas, así como de la intromisión de un hijo suyo en asuntos de finanzas del Congreso. Y demás linduras.

Con base en esas acusaciones Amílcar le pidió la renuncia, luego que Helguera se negó a realizar otros cambios que le había solicitado.

Y es que también quiere quitar al diputado Alfredo Sánchez Esquivel de la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública. Fuentes internas revelan que a éste lo acusa de reunirse en privado con el gobernador Héctor Astudillo Flores. En su lugar pretende imponer a Marco Antonio Cabada.

A la diputada Celeste Mora Eguiluz y al diputado Servando de Jesús Salgado Guzmán, se les quiere dejar solamente las presidencias de las comisiones de Desarrollo Agropecuario y Pesquero, así como de Transporte y la especial Regionalización de la Sierra, que respectivamente ocupan, pero relevarlos de las vocalías que tienen en otras comisiones por Luis Enrique Ríos Saucedo, Marco Antonio Cabada, Teófila Platero, y Carlos Cruz López.

Esto porque aseguran que todo su actuar de ambos diputados se concentra en apoyar a Tlalchapa y la sierra donde tienen sus propios proyectos políticos, y no al de Sandoval Ballesteros.

Helguera y Pablo Amílcar habrían acordado que la renuncia se daría en diciembre, sin embargo le molestaron mucho los señalamientos del equipo cercano del delegado, al que advirtió que le demostraría que a diferencia de sus allegados él si cuenta con fuerza política, de ahí el evento en Zihuatanejo, y se habla de que la próxima semana realizará otro similar en Iguala y en 15 días uno más en Tlapa donde el suplente de Sandoval, Luis Enrique Ríos Saucedo dice tener gente.

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