La voz de Zihuatanejo

Opinion

CON ESTOS AMIGOS PARA QUÉ QUEREMOS ENEMIGOS

Eduardo Morán C.

Tengo 69 años, diabetes y alta presión, estas últimas dos, más o menos controlada, por lo que desde la semana pasada decidí aislarme en mi casa voluntariamente.

Pues bien, el sábado pasado me visitó personal de “mi empresa” CFE a cortarme la luz, ya que, efectivamente, había omitido pagar ese servicio. En mi descarga argumenté a “mi empleado” que a la fecha no me había llegado el recibo, además de que el poco dinero que tengo pretendo ocuparlo en alimentos y medicinas y por último, porque pensé que “mi empresa” al ver la crisis que tenemos me apoyaría no cortándome el servicio.

Pregunté a “mi empleado” cuánto tardaría “mi empresa” en reconectarme el servicio, a lo que “mi empleado” me contestó que: si lo pagaba de inmediato en sus cajeros demoraría entre 48 y 72 horas. Estando confinado, entonces pensé pagarlo vía internet, sólo que “mi empleado” me sugirió que no lo hiciera así, pues de esta forma tardaría más la reconexión. Ante esta situación opté por salir de mi reclusión e ir a uno de los sitios donde más factible es contagiarse de Covid-19, ya que los cajeros de “mi empresa” es uno de los sitios donde más cantidad de gente acude.

Para mi sorpresa en los cajeros había sólo 2 personas, sin embargo, no encontré ni una sola advertencia o recomendación sobre la pandemia, y menos aún, un bote de gel desinfectante, lo que si bien me extraño pues en otras tiendas “fifís” sí los hay, supuse que “mi empresa” no los había colocado con la certeza que, de hacerlo, no faltaría el mexicano “abusado” que se lo robara. Es trágico, pero a todos nos consta que así actúa la mayoría del gran pueblo mexicano que dice AMLO que somos.

Quise entonces pagar mi adeudo con cargo a mi tarjeta de crédito, pues las empresas que no son mías (los bancos) han decidido apoyarme congelando mis saldos y difiriendo a meses sin intereses todos mis pagos. Si de por sí ya estaba molesto por tener que salir de mi casa e ir a uno de los sitios de mayor contagio que existen, y, sobre todo, a pagar un servicio que “mi empresa” bien puedo prorrogarlo, exploté cuando ninguno de los 3 cajeros me dio la opción de pagar con cargo a mi tarjeta de crédito, es decir las 3 terminales que están ahí son adornos. Resulta pues increíble que en tiempos de la 4T, una de “mis empresas” no me permita aprovechar una ventaja, que “sus enemigos” sí me están ofreciendo.

Este botón es sólo una pequeña muestra de las medidas de apoyo que está implementando el actual gobierno, el que por un lado me pide quedarme en casa y por otro me obliga a salir. Para colmo de males, tengo otros dos servicios de la CFE que se pagan con tarjeta, de esos que automáticamente se desconectan si no les pasas la tarjeta pagada, pagos que, por cierto, sólo y únicamente se pueden hacer en los cajeros de “mi empresa”.

Con estos amigos y empresas de la 4T para qué queremos enemigos y rapaces empresarios.

Es todo…

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