La voz de Zihuatanejo

Opinion

CAFÉ POLÍTICO

“¿POR QUÉ CONTINÚAS PREDICANDO, SI SABES QUE NO PUEDES CAMBIAR A LOS MALVADOS?”, LE PREGUNTARON A UN RABINO. “PARA NO CAMBIAR YO”, FUE SU RESPUESTA. / NORMAN MANEA

Rafael Lobato Castro

Entre los sancas del Centro circulaba una broma. El chascarrillo decía que las familias de Don Casi y Don Sebas -el par de ancianos pioneros del puerto de Zihuatanejo-, antes de darles permiso para salir a tomar una taza del aromático grano en el céntrico café, ellos se tenían que desinfectar –perdón, ahora se dice sanitizar- de pies a cabeza con una mezcla de creolina, thinner, agua de mar y mezcal. La ocurrencia, por un buen tiempo, ha mantenido divertidos a los pescadores como los Lara, los Olea, los Valle, en el muelle.

Con su andar lento y apoyados en sendos bastones, los viejitos llegaron a su cita vespertina en la mesa reservada -y ahora aislada- por tiempo indefinido. En el aparato de sonido del café se escuchaba al grupo de rock Creedence Clearwater Revival, interpretando uno de sus grandes éxitos, ‘Have you ever seen the rain?’ (¿Has visto alguna vez la lluvia?). Don Casi en sus conversaciones sobre música con uno de sus nietos había aprendido algo sobre los viejos grupos de rock como Eagles, Beatles, Queen, Monkees, Rolling Stones. Su nieto hablaba del grupo y ponía alguno de sus discos para que Don Casi escuchara las canciones más representativas. Y su nieto había aprendido algo sobre la música de los tríos, de la voz de Lupita Palomera, del bolero ranchero de Javier Solís, o de música instrumental de antaño con la guitarra de Antonio Bribiesca o el órgano que habla de Ernesto Hill Olvera, escuchando los discos lp que le ponía su abuelo Don Casi en el tornamesa. ‘Someone told me long ago/ there’s a calm before the storm/ I know! It’s been comin’ for some time/ when it’s over so they say/ it’ll rain a sunny day/ I know! shinnin’ down like water…’, se escuchaban las frases en inglés. Don Casi tradujo mentalmente con el poco inglés que le enseñó Don Máximo Merel: “Alguien me dijo hace mucho tiempo/ que hay calma antes de la tormenta/ ¡Yo lo sé! Ha estado ocurriendo desde hace tiempo./ Cuando se termina entonces ellos dicen/ que lloverá en un día soleado/ ¡Yo lo sé! Brillando bajo el agua./ Yo quiero saber/ ¿has visto alguna vez la lluvia?/ Yo quiero saber/ ¿has visto alguna vez la lluvia cayendo en un día soleado?/ Ayer y días anteriores/ el sol no calienta y la lluvia es intensa./ ¡Yo lo sé! Ha sido así toda mi vida./ Por siempre así será, así es como va/ a través de un ciclo rápido y lento/ ¡Yo lo sé!/ no se puede detener y me pregunto./ Yo quiero saber/ ¿has visto alguna vez la lluvia?…” En ese momento llegó la eficiente mesera para atender a sus clientes consentidos con dos grandes tazas del delicioso, humeante, aromático café guerrerense y un plato de galletas de trigo integral con miel de abeja.

-Me informan Don Sebas -abrió la tertulia Don Casi después de beber un sorbo del brebaje negro- que anda preguntando por usted La Catrina, parece que ya viene por sus huesos.

-El calamar le dijo al pulpo -respondió de inmediato Don Sebas a su buen amigo-. Por algo le informaron a usted. Es otro el nombre que trae al principio de su lista.

-Juar, juar, juar. Le temblaron las piernas flacas, ¿verdad? Y ahora escuche algo que leyó la patrona de la casa sobre el Covid-19: “Los médicos han convencido a la mitad de la humanidad para que acepten respetar las medidas de protección contra el coronavirus como el uso de cubrebocas y gel antibacterial, así como mantenerse en casa el mayor tiempo posible. Ahora falta que los veterinarios convenzan a la otra mitad”. ¡A la manada de burros!

-En efecto Don Casi. Y es que hay gente que todavía no cree en la pandemia. Y otros que creen pero que ya están hartos del confinamiento y piensan que con todo lo que se ha hecho para evitar contagios, éstos no paran, al contrario, van en aumento acelerado. Como que hay un contagio natural a pesar de todas las medidas preventivas. Lo que es importante mencionar es que un gran porcentaje de enfermos logra recuperarse y muchos de esos enfermos nunca presentaron síntomas graves. Y de acuerdo a los datos científicos, se predispone a complicarse la enfermedad y pasar a la otra vida, el hecho de tener problemas de mucha edad, de tener hipertensión arterial, es decir, presión alta, al igual que los que viven con diabetes. Bueno, ya no hablemos de lo que nos tiene fastidiados de ver y escuchar en los noticieros y cambiemos de tema. Por cierto, ahora para identificar rostros tenemos que pensar quién se oculta tras los cubrebocas porque el protector de nariz y boca medio oculta la cara de los antes conocidos. Aunque como dije anteriormente, en algunos casos ayuda para evitar aspirar su aliento a panteón colonial. Y ya entrando en el tema de la nostalgia, ¿sabe qué extraño del viejo Zihuatanejo? Ir en mi canoa remando a la entonces solitaria playa Las Gatas y caminar hasta el faro en Punta Garrobo que empezó a funcionar en 1940, para visitar al guardafaro, primero a Don Gerardo Rico Galeana, y después a los buenos amigos Don Luis Olascoaga Olivos y a su hijo Don Raymundo Olascoaga Hernández.

-Si de recuerdos se trata Don Sebas, yo extraño ver al negro Pina subirse como mono chango a las palmeras para bajar los cocos; extraño ver cómo se barrían para llegar a la base cuando jugaban beisbol en Las Salinas o el campo que estaba donde ahora está el Hospital General, los altos jugadores Ángel Tellechea, ‘Chamberina’ y el capi Jorge Bustos Aldana; extraño ver las aguas cristalinas que alguna vez tuvo la playa Principal donde se hacían carreras de caballos; extraño admirar la gran colección de piezas arqueológicas que tuvo Don Nacho Mora; extraño el sabroso pozole que nos regalaban las hermanas Romero en el día de la virgen de Guadalupe cuando ponían su altar; extraño esa pelea ficticia para la película ‘La vida no vale nada’, que se aventaron Pedro Infante y Wolf Rubinsky en playa La Ropa, abajo del hotel Catalina y que como buen mirón estuve disfrutando a un lado de las cámaras de cine; extraño el viejo puente de madera de La Noria; extraño la broma que hizo Don Eladio Palacios Soberanis cuando en su administración (1966-1968), con ojo clínico notó que el jardín municipal estaba desértico y por la noche ‘decomisó’, ‘expropió’, plantas de los corredores de las casas para ser sembradas como utilidad pública, en el jardín; extraño la carcajada que solté cuando en la administración del capi Bustos (1969-1971) se introdujo la primera red de drenaje y Don Fabio Aguado evaluando el calibre de la tubería negó con la cabeza para decir: ‘Con un cerote lo tapo’; extraño ver los cerros llenos de la flor de bocote, que a falta de cempasúchil, se usaban para hacer las coronas de antaño; extraño ver planear en círculo a los zopilotes en Las Salinas avisando que había un animal muerto…

-Eran los tiempos en que los perros se amarraban con longaniza. Ahora los zopilotes ya cambiaron de residencia; los puede encontrar planeando en las oficinas públicas viejo cara de ciruela pasa.

-Y sobre los temas de política Don Sebas, ¿algún comentario?

-Bueno viejo cara de momia disecada, le comento que ya me estoy preparando para las campañas políticas y que me llame algún candidato para ser su asesor político, económico, social, cultural y espiritual. Claro, pagando los respectivos honorarios.

-A usted lo van a llamar pero para que cuelgue pendejones…

-Pendones, Don Sebas, pendones.

-No, yo hablo metafóricamente para referirme a colgar de los árboles más altos a los pendejones que se incrustan a las campañas buscando chambitas sin tener vocación de servicio social. Únicamente con la mentalidad de chingarse al prójimo. Con esa vieja idea que ya se quiere erradicar de: “No me den, nada más pónganme donde hay”.

-Coincido con usted con eso de desaparecer esas muletillas de la corrupción como esa de: “El que no transa (de transacción) no avanza”, que nos tienen hasta la madre. Escucho todavía en el discurso político mamadencias como: “Es el momento de que nuestro estado de Guerrero progrese exponencialmente”. ¡En la madre! ¿Es decir que el último miércoles del mes pasado hasta las 9:45 p.m. todavía era tiempo para que la entidad federativa se mantuviera estancada? Y luego esa de que: “Conmigo como gobernador pueblo y gobierno trabajarán codo con codo”. ¡Un solo de maracas y güiro a cargo de la Bruja Ladota! ¿Y desde cuando el gobierno estatal o municipal le pide su opinión a los guerrerenses y zihuatanejenses sobre obras públicas de gran impacto social, y que, por lo mismo, manejan muchos billetes? ¿A usted le pidieron un comentario sobre la nueva ciclovía o la remodelación del Paseo del Pescador? A duras penas el gobierno federal trata de aplicar las consultas populares con gran oposición y burla de muchos sectores, incluso de cierta prensa. El pueblo sólo está para pagar sus impuestos y mantener la boca cerrada. Apenas en estos días se hace un simulacro de consulta popular del gobierno estatal, pero no para solicitar opinión sobre el manejo de los dineros públicos, sino sobre qué hacer con enfrentar al Covid-19. Puede usted apostar que el 90% de los guerrerenses opinarán que los dejen trabajar, que les permitan hacer uso de su ‘modus vivendi’, aceptando todas las medidas de prevención sanitarias.

-Bueno Don Casi, en el tema de consultas populares también existe una postura contraria. Y es que hay ciudadanos que quieren una consulta popular hasta para determinar el número de lapiceros que debe comprar una administración pública en el periodo de un año. Y eso ya suena exagerado. Como dijo el clásico: “Ningún chile los llena”. Hay trabajo de gobierno donde los funcionarios deben tener gran margen de acción, tomar importantes decisiones, o como dicen ellos mismos: “de gran calado y con altura de miras”, que para eso fueron elegidos. Y los zapateros, pues que se dediquen a remendar los zapatos. Eso dice otro grupo social. Creo que la gran diferencia para hacer una consulta popular es cuando se va a hacer una fuerte inversión en una obra social, o será tirar el dinero de todos en algo que no era prioritario, en elefantes blancos.

-Y siguiendo con las frases políticas ya fastidiosas como eso súper sobado de ‘trabajar codo con codo’. ¿Por qué no oreja con oreja, o nalga con nalga?

-Y no olvide Don Casi a las empresas encuestadoras con esa otra mamadencia del “empate técnico”. Si un candidato obtiene un millón de votos y otro obtiene un millón más un voto, a eso le llaman “empate técnico”, y para mí, queda muy claro que hay un ganador, y es el que tiene el voto de diferencia.

-Don Sebas -Don Casi levantó su taza del brebaje negro para dar otro sorbo antes de que se enfriara-, pronto iniciarán las campañas políticas con los mismos discursos llenos de palabras-cinismo, palabras-mentira, palabras-ineptitud, palabras-vacío, palabras-ruido, palabras-hartazgo, palabras-putrefacción, palabras-ingenuidad, palabras-mesianismo, palabras-terror, es decir, todo se resume en palabras-mierda. Así que prepárese con sus tapones de algodón para ponérselos en los oídos cuando oiga los rebuznos de los candidatos.

El par de ancianos pioneros del puerto sonrieron mientras veían pasar por la acera a una familia de turistas nacionales. Afortunadamente todos con su cubrebocas.

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